sábado, 26 de enero de 2008

Las TICs en el entorno de mi trabajo.

Las TICs en la Dirección de Desarrollo e Integración Estudiantil de la BUAP.

Por: Alejandro Aguilar Vera.



Hace 7 años, entre a trabajar en la Dirección de Desarrollo e Integración Estudiantil de la BUAP, la oficina esta dedicada al servicio de los estudiantes y promueve toda actividad que represente un apoyo para el desarrollo integral de su formación, recuerdo que en el departamento encargado de dar el seminario de preparación se mandaban a hacer unos videos que les pasaban a los estudiantes, estos videos eran muy caros y no permitían tener retroalimentación, la figura de el profesor era muy necesaria y este la desarrollaba desde una perspectiva tradicional, en la actualidad los materiales se elaboran dentro de la oficina, gracias a que los avances tecnológicos han hecho accesibles los medios necesarios para abaratar la producción y ala par dar una información mucho mayor a los estudiantes.

En el departamento de becas, en esa misma época se formaban unas filas enormes para registrarse y competir por una beca, en la actualidad se hace el registro por Internet, lo que evita que se formen filas que solo ponen de malas a los trabajadores y a los estudiantes.
Las inscripciones en casi toda la universidad se hacen ahora también en línea, los formatos que se piden para tramites de trabajadores también se encuentran en la red listos para imprimirse. Todos estos avances nos favorecen principalmente en el ahorro de tiempo y de dinero, pero en cuestión de aprendizaje y educación, también se han dado cambios importantes que tienen que ver con nuestra oficina, mediante la gestión principalmente, se ha trabajado en la creación de revistas tanto impresas como virtuales para la difusión de trabajos y principalmente para dar a conocer nuevos avances en las diferentes disciplinas. Quizá el principal ejemplo de cómo se esta poniendo al alcance de todos el conocimiento es en el proyecto de digitalizar los libros de las bibliotecas de la BUAP incluida la que se encuentra en el carolino para asi poder consultar desde la red cualquier informacion necesaria no solo para estudiantes y docentes de la Universidad, sino del publico en general.

La universidad debe estar a la vanguardia en lo que respecta a los avances tecnológicos, pero lo mas importante, debe poner al servicio de la comunidad en general, los conocimientos que genera, solo así cumplirá su verdadera labor social que es el desarrollo integral de la comunidad.

jueves, 24 de enero de 2008

La educacion en el siglo XXI y la TGS.

La educación en el siglo XXI y la Teoría General de Sistemas.


La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle.
Maria Montessori (1870-1952) Educadora y médica italiana.


Suponer la conformación del futuro (no hablando del inmediato donde los cambios son casi imperceptibles) teniendo en cuenta las condiciones actuales de la existencia humana y el pasado bélico de esta, donde tan solo en el siglo pasado se dieron 2 guerras mundiales y una gran cantidad de guerras locales y regionales, nos deja un panorama sombrío, teniendo en cuenta que no se ha dado un solo día de paz total en el mundo, pero esta visión catastrófica de la humanidad no es nueva, es parte de esta generación que desde que tiene uso de razón observa ya hasta como un suceso normal la voluntad de los poderosos expresada en la guerra, al mismo tiempo se da un desinterés casi total en la problemática mundial, mientras vemos o leemos las noticias nos mostramos preocupados por las situaciones que se viven (hambruna, desastres naturales, guerras y demás catástrofes) pero al apagar la televisión o cerrar el diario automáticamente nos olvidamos del problema, a pesar de que la información que nos llega de todas partes del mundo es en tiempo real, nos parece fuera de nuestra vida como si se tratara de una realidad alterna, se ha hablado mucho de recuperar los valores y se hace énfasis en el del respeto y en el de la libertad pero se habla poco o casi nada de el valor cooperativo, solo poniéndose en el lugar de los demás es decir mediante la empatia podremos llegar a tener una visión global de la problemática actual y así encontrar las soluciones posibles para beneficio de la humanidad.
En la actualidad la forma en que se imparte la educación ya no satisface las necesidades, ni resuelve los problemas de nuestro tiempo, es necesario reencuadrar la visión que tenemos de la educación dentro de un panorama mas amplio, no debemos limitar nuestra visión a una sola perspectiva.
Como teóricos de la educación debemos estar concientes que muchas veces se escapa a nuestra percepción situaciones, que ya sea por falta de visión o por considerarlas fuera de nuestra zona de acción, hacemos poco caso o en ocasiones ignoramos totalmente lo que en el futuro inmediato puede llegar a ser un problema social grave.
Desde hace varios años se ha dado importancia a la familia del estudiante, tomándola en cuenta para formarse una realidad mas clara de este, pero debemos tener en cuenta que el entorno esta formado por mucho mas que la familia.
Hasta que podamos situar a los educandos en un contexto de interacción con todo su entorno, hasta que estemos concientes que la educación es mucho mas que la que se brinda en el aula y hasta que comprendamos que la educación es un proceso que dura toda la vida, vamos a poder vislumbrar un panorama brillante , donde además de formar a las nuevas generaciones en una competencia laboral satisfactoria, se les puede llevar hacia un autoconocimiento que de cómo resultado su autorrealización personal que le lleve a una vida plena basada en los valores fundamentales de libertad y amor.
El ser humano esta abierto siempre a nuevos aprendizajes, se encuentra en una educación permanente, como el ser inacabado que es aprende en todo momento.
En muchas ocasiones, mas que escuchar lo que se dice, se observa lo que se hace, debemos estar comprometidos con nosotros mismos y ser coherentes en el camino que estamos escogiendo, la autorrealización debemos buscarla primero nosotros, la enseñanza debe ser afín a nuestros valores.
La enseñanza más grande que podemos dar es el ejemplo, respetando las opiniones de los demás, invitando a pensar y a ser creadores más que repetidores, estando concientes que la experiencia es una fuente muy apreciable de aprendizaje.
Por medio de la educación podemos ayudar a las personas a desarrollarse para que lleguen a ser lo que verdaderamente son capaces de ser.
Lo que verdaderamente nos humaniza es la educación, por eso es de vital importancia favorecer el desarrollo holistico del estudiante ayudándolo a potenciar todas sus facultades, debemos recordar que el tipo de individuo que resulte de esto va a determinar el tipo de sociedad en la que viviremos.
Como dice el Dr. Luis G. Benavides Ilizaliturri: Toda persona es un agente de cambio tanto individual como colectivo.
Todos los agentes involucrados en la educación deben interactuar dentro de una visión utópica para así humanizar verdaderamente la educación, entendiendo que la utopía es socialmente construida, es la acción para trascender la acción, en pocas palabras es la esperanza que podemos tener en el futuro.
La educación se vuelve una responsabilidad grupal y teniendo en cuenta que para llegar a formas mas avanzadas de desarrollo no debemos perder de vista las diferentes causales de las situaciones (económicas, políticas, tecnológicas etc.) no podemos descontextualizarlas, las debemos afrontar desde una perspectiva sistémica, y así no solo adaptarnos a los constantes cambios sino convertirnos en parte de la renovación de nuestro sistema mayor.
Un ejemplo de esto es el deterioro ecológico que vivimos actualmente, desde el punto de vista sistémico formamos parte de un sistema mayor que es nuestro planeta, como subsistema nosotros tenemos entradas y salidas con el, es decir compartimos lo que es indispensable par vivir, pero debido a que carecemos de una educación ambiental adecuada, lo que tomamos es mas de lo que damos, consideramos al planeta como un recurso que tenemos derecho a explotar, le damos demasiado interés a la cuestión económica como con la tala indiscriminada de árboles, la depredación injustificada de animales y la sobre explotación de recursos utilizados para energéticos y perdemos de vista el hecho de que cuando nuestro sistema mayor este agotado los demás subsistemas vamos a desaparecer.
Con el ejemplo anterior podemos ver que la educación que se da en el aula es insuficiente para atacar algunos de los problemas que vivimos en los tiempos actuales, podemos fomentar en el salón de clases la cultura de la ecología e incluso podemos ver comportamientos de respeto dentro de la escuela como: no tirar la basura en el piso, separar la basura con el fin de reciclar, consumir productos que dañen menos el medio ambiente etc... pero que pasa cuando los estudiantes salen de la escuela, se encuentran con una realidad diferente, cuando ven que sus papas tiran basura en la calle o no separan su basura argumentando que por eso el gobierno le esta ya pagando a la gente de limpia, o cuando el automóvil en que viajan es un contaminador ambulante que por su situación económica no han podido arreglar, el aprendizaje entonces se ve interrumpido o modificado.
Comentaba anteriormente que la educación es una responsabilidad grupal, debemos preocuparnos por que todas las instancias sean verdaderamente educadoras, ya que ningún aprendizaje va a estar completo si no se das continuidad a lo que se vive en las aulas.
Debemos dejar ese individualismo que solo nos lleva a la separación, fomentando actitudes de apoyo y respeto podemos ir reduciendo otras como el celo, la rivalidad y demás actitudes y conductas que solo nos llevan a intentos aislados de superación, solo la unión nos llevara a un verdadero desarrollo ya que somos seres interdependientes y solo avanzaremos fomentando los actos de cooperación.
La educación en el siglo XXI debe entonces estar preocupada no en un mayor progreso sino en la transformación interna de la conciencia humana.
La calidad de la educación es la que verdaderamente nos debe importar y no la cantidad, al impartir un conocimiento debemos a la vez despertar en los estudiantes la sabiduría para utilizarlo correctamente, el conocimiento y los avances tecnológicos han traído progreso que en cierta medida ha hecho un poco mas cómoda la vida para algunas personas, pero también han dejado secuelas imposibles de borrar en la humanidad, y no es que el avance tecnológico sea malo en si, es la forma en que se ha utilizado, principalmente cuando ha estado siempre al servicio del mas poderoso, no creo que cuando se trabajaba en la energía atómica se buscara arrasar con ciudades enteras sin embargo eso fue lo que sucedió en Hiroshima y nagasaki en la segunda guerra mundial.
Solo favoreciendo un aprendizaje holistico tendremos seres humanos equilibrados, las cuestiones externas son importantes pero también lo son las cuestiones internas, o como dice P. Krishna: estamos produciendo seres humanos desequilibrados, muy avanzados, muy listos, muy capaces en su intelecto, pero casi primitivos en otros aspectos de la vida.
Se debe convertir el vivir en un arte, donde se pueda gozar de todo lo que uno hace independientemente del resultado que nos ofrezca.
El vivir la vida con esta visión nos permitirá trabajar de una manera creativa con sensibilidad y no solo por la ambición personal.
El enfatizar solo el desarrollo practico dejaría un hueco en la persona, lo que puede llevarla a sentirse insatisfecha, es primordial desarrollar todos los aspectos del desarrollo humano, el físico, el intelectual, el emocional y el espiritual, solo así podremos llegar a vivir realmente felices como parte de un todo.


Uno de los principales objetivos de la educación debe ser ampliar las ventanas por las cuales vemos al mundo.
Arnold H. Glasow


Fuentes consultadas.

Entrevista con el DR, Luis G. Benavides (serie de 4 videos) www.sabersinfin.com/index.php?option=com_content&tsk=category&section=1&id=17&itemid=52

Rojas Abel. El pensamiento Holístico-sistémico y la formación permanente. www.sabersinfin.com/index.php?option=com_content&task=view&id=5&itemid=46

Jacques Chonchol. El poder en la economía mundial. www.rcci.net/globalizacion/2002/fg298.htm

P.Krishna. La educación adecuada para el siglo XXI. http://unidad-servicio-uruguay.org/a2r7p1pdf


La educación permanente y el aprendizaje solidario.

La educación permanente y el aprendizaje solidario y colaborativo en las sociedades del siglo XXI.
Ningún hombre es en si equiparable a una isla; todo hombre es un pedazo del continente, una parte de tierra firme; si el mar llevara lejos un terrón, Europa perdería como si fuera un promontorio… como si se llevaran una casa solariega de tus amigos o la tuya propia.
La muerte de cualquier hombre me disminuye, porque soy una parte de la humanidad.
Por eso no quieras saber nunca por quien doblan las campanas;
¡Están doblando por ti…!
John Donne.

La intolerancia, uno de los principales, si no es que el principal gestor de los males de la sociedad, saca lo peor del hombre, deshumaniza a las personas. Ya sea racial, religiosa o en general a cualquier señal de diversidad, hace que el hombre muestre sus mas bajos instintos, no es que sus ideas u opiniones carezcan de fundamentos, pues hay que recordar que la realidad al ser construida socialmente es relativa y depende de la óptica desde donde se observa, así por ejemplo el holocausto, uno de los hechos mas desgarradores de la historia de la humanidad, ocurrido el siglo pasado, no solo es consecuencia de Adolfo Hitler o del partido nazi, estos dos eran solo la expresión política del pensamiento racista que prevalecía en aquella época, principalmente en Alemania y en Austria, incluso había movimientos de filósofos, artistas y eruditos con una tendencia antisemita muy fuerte que veían al judío como ajeno a la cultura alemana, podemos mencionar también las diversas guerras que se han dado en el medio oriente, donde además de las cuestiones económicas, las diferencias religiosas adquieren un papel definitivo, es tanto el odio, que se busca la extinción total del opositor a las creencias de uno y de otro. La diversidad sexual también nos da muestras de lo dañino de la intolerancia, solo hay que recordar la infinidad de casos de violencia contra personas con diferente preferencia sexual.
Durante los últimos 15 años hemos visto como la tecnología ha avanzado de una manera incontrolable, dando entrada a una evolución a nivel de la información y de la comunicación, pero es triste y preocupante ver como esa evolución no se esta dando al par del desarrollo humano. Es frecuente al estar navegando en el ciberespacio encontrarnos en diversos foros de opinión donde a la mas mínima provocación o por un comentario malintencionado, lo que debería ser un espacio de expresión propositiva se convierte en un lugar donde se manifiestan opiniones racistas y ofensivas no solo hacia personas en particular, sino también a comunidades e incluso hacia países, lo que es un medio de acercamiento, donde el espacio y el tiempo se ven eliminados, lejos de formarnos una conciencia global, o un sentimiento de pertenencia mundial nos hace que reaccionemos de manera nacionalista o localista y aprovechando el anonimato que da el medio se dan opiniones retrogradas con razonamientos que creíamos fuera del sistema de pensamiento de nuestros días.
Debemos ver las diferencias, incluso valorarlas sin olvidar que todos somos seres humanos únicos y que al sumar esas diferencias se lograra un mayor conocimiento de nuestro mundo.
Hay que recordar que lo humano implica comprender que la unidad se da en la diversidad.
Al considerar desde una dimensión universal la percepción de los problemas de la humanidad, se buscan soluciones globales, a fin de cuentas un problema por muy aislado que parezca nos termina afectando a todos.
La educación debe abordar al conocimiento considerando al contexto, lo global, lo multidimensional, es decir formar ciudadanos del mundo con intereses comunes.
Al ser solidarios, al hacernos concientes de nuestra pertenencia al grupo, en la búsqueda de un porvenir esperanzador para todos, se dan las condiciones para alcanzar un desarrollo y una evolución personal.
La educación que hoy en día se hace necesaria es una educación permanente, con pensamiento holistico, en donde todos aprendemos de todos, en todo momento y sin importar el lugar.
Podemos decir que la educación permanente es un proceso de humanización en donde su principal objetivo es el desarrollo humano.
Se hace necesario un aprendizaje constante ya que la cantidad de información que emerge día con día sobrepasa la capacidad de las instituciones que no pueden incorporar dichos avances con la misma rapidez con que van surgiendo.
Como parte del valor solidario las instituciones de educación superior en el siglo XXI deberán brindar la posibilidad de aprendizaje a todas las personas que lo soliciten sin obstaculizarlas con cuestiones de edad, de posibilidades económicas, o de requisitos académicos, así mismo se descentralizara de las aulas y laboratorios hacia el hogar, las fabricas y a toda dependencia que en general tenga que ver con la interacción humana, universalizando así el conocimiento.
El reto entonces es como fomentar la actitud colaborativa hacia la educación, hacia el aprendizaje. Como fomentar una educación permanente, abierta e integral cuando uno de los principales retos es llevar la educación a un gran numero de personas que no han tenido acceso ni siquiera a una educación tradicional, como dice Lamberto Álvarez: es difícil criticar el comportamiento de una sociedad entera, pero hay que atreverse a proponer ideas y principalmente a realizarlas aun si se falla se debe volver a intentarlo porque solo de esta forma podremos romper los paradigmas que nos obstaculizan el desarrollo de la nueva sociedad.

No son los fines particulares del yo, sino las metas de la humanidad lo que produce una duradera comunidad.
Richard Wilhelm.


Bibliografía.


Álvarez Quintero Lamberto. De matemática, monos y bananas. www.sabersinfin.com/index.php?option=com_content&task=view&id=317&itemid=46
Fiscal Flores Rafael. El proceso educativo. www.sabersinfin.com/index.php?option=com_content&task=view&id=324&itemid=46
González J. Luis. Perspectivas de la de educación para los mediasen la escuela de la sociedad de la comunicación. www.rieoei.org/rie24a04.htm
Peñarrieta Bedoya Liceli Gabriela. Fundamentos de comunicación y educación. www.monografias.com/trabajos37/comunicacion-y-educacion/comunicacion-y-educacion.shtml?monosearch
Rosas Ramírez Enrique. Retos de la educación superior en las sociedades de la información y del conocimiento. La educación permanente como alternativa. www.sabersinfin.com/index.php?option=com_content&task=view&id=450&itemid=46Traver Martí Joan Andrés. Trabajo cooperativo y aprendizaje solidario. www.tesisenred.net/TESIS_UJI/AVAILABLE/TDX-0729105-120500//TRAVER.PDF

martes, 22 de enero de 2008

Luvina


Juan Rulfo
De los cerros altos del sur, el de Luvina es el más alto y el más pedregoso. Está plagado de esa piedra gris con la que hacen la cal, pero en Luvina no hacen cal con ella ni le sacan ningún provecho. Allí la llaman piedra cruda, y la loma que sube hacia Luvina la nombran Cuesta de la Piedra Cruda. El aire y el sol se han encargado de desmenuzarla, de modo que la tierra de por allí es blanca y brillante como si estuviera rociada siempre por el rocío del amanecer; aunque esto es un puro decir, porque en Luvina los días son tan fríos como las noches y el rocío se cuaja en el cielo antes que llegue a caer sobre la tierra.
...Y la tierra es empinada. Se desgaja por todos lados en barrancas hondas, de un fondo que se pierde de tan lejano. Dicen los de Luvina que de aquellas barrancas suben los sueños; pero yo lo único que vi subir fue el viento, en tremolina, como si allá abajo lo hubieran encañonado en tubos de carrizo. Un viento que no deja crecer ni a las dulcamaras: esas plantitas tristes que apenas si pueden vivir un poco untadas en la tierra, agarradas con todas sus manos al despeñadero de los montes. Sólo a veces, allí donde hay un poco de sombra, escondido entre las piedras, florece el chicalote con sus amapolas blancas. Pero el chicalote pronto se marchita. Entonces uno lo oye rasguñando el aire con sus ramas espinosas, haciendo un ruido como el de un cuchillo sobre una piedra de afilar.
-Ya mirará usted ese viento que sopla sobre Luvina. Es pardo. Dicen que porque arrastra arena de volcán; pero lo cierto es que es un aire negro. Ya lo verá usted. Se planta en Luvina prendiéndose de las cosas como si las mordiera. Y sobran días en que se lleva el techo de las casas como si se llevara un sombrero de petate, dejando los paredones lisos, descobijados. Luego rasca como si tuviera uñas: uno lo oye mañana y tarde, hora tras hora, sin descanso, raspando las paredes, arrancando tecatas de tierra, escarbando con su pala picuda por debajo de las puertas, hasta sentirlo bullir dentro de uno como si se pusiera a remover los goznes de nuestros mismos huesos. Ya lo verá usted.
El hombre aquel que hablaba se quedó callado un rato, mirando hacia afuera.
Hasta ellos llegaba el sonido del río pasando sus crecidas aguas por las ramas de los camichines, el rumor del aire moviendo suavemente las hojas de los almendros, y los gritos de los niños jugando en el pequeño espacio iluminado por la luz que salía de la tienda.
Los comejenes entraban y rebotaban contra la lámpara de petróleo, cayendo al suelo con las alas chamuscadas. Y afuera seguía avanzando la noche.
-¡Oye, Camilo, mándanos otras dos cervezas más! -volvió a decir el hombre. Después añadió:
-Otra cosa, señor. Nunca verá usted un cielo azul en Luvina. Allí todo el horizonte está desteñido; nublado siempre por una mancha caliginosa que no se borra nunca. Todo el lomerío pelón, sin un árbol, sin una cosa verde para descansar los ojos; todo envuelto en el calín ceniciento. Usted verá eso: aquellos cerros apagados como si estuvieran muertos y a Luvina en el más alto, coronándolo con su blanco caserío como si fuera una corona de muerto...
Los gritos de los niños se acercaron hasta meterse dentro de la tienda. Eso hizo que el hombre se levantara, fuera hacia la puerta y les dijera: “¡Váyanse más lejos! ¡No interrumpan! Sigan jugando, pero sin armar alboroto.”
Luego, dirigiéndose otra vez a la mesa, se sentó y dijo:
-Pues sí, como le estaba diciendo. Allá llueve poco. A mediados de año llegan unas cuantas tormentas que azotan la tierra y la desgarran, dejando nada más el pedregal flotando encima del tepetate. Es bueno ver entonces cómo se arrastran las nubes, cómo andan de un cerro a otro dando tumbos como si fueran vejigas infladas; rebotando y pegando de truenos igual que si se quebraran en el filo de las barrancas. Pero después de diez o doce días se van y no regresan sino al año siguiente, y a veces se da el caso de que no regresen en varios años.
“...Sí, llueve poco. Tan poco o casi nada, tanto que la tierra, además de estar reseca y achicada como cuero viejo, se ha llenado de rajaduras y de esa cosa que allí llama ‘pasojos de agua’, que no son sino terrones endurecidos como piedras filosas que se clavan en los pies de uno al caminar, como si allí hasta a la tierra le hubieran crecido espinas. Como si así fuera.”
Bebió la cerveza hasta dejar sólo burbujas de espuma en la botella y siguió diciendo:
-Por cualquier lado que se le mire, Luvina es un lugar muy triste. Usted que va para allá se dará cuenta. Yo diría que es el lugar donde anida la tristeza. Donde no se conoce la sonrisa, como si a toda la gente le hubieran entablado la cara. Y usted, si quiere, puede ver esa tristeza a la hora que quiera. El aire que allí sopla la revuelve, pero no se la lleva nunca. Está allí como si allí hubiera nacido. Y hasta se puede probar y sentir, porque está siempre encima de uno, apretada contra de uno, y porque es oprimente como un gran cataplasma sobre la viva carne del corazón.
“...Dicen los de allí que cuando llena la luna, ven de bulto la figura del viento recorriendo las calles de Luvina, llevando a rastras una cobija negra; pero yo siempre lo que llegué a ver, cuando había luna en Luvina, fue la imagen del desconsuelo... siempre.
”Pero tómese su cerveza. Veo que no le ha dado ni siquiera una probadita. Tómesela. O tal vez no le guste así tibia como está. Y es que aquí no hay de otra. Yo sé que así sabe mal; que agarra un sabor como a meados de burro. Aquí uno se acostumbra. A fe que allá ni siquiera esto se consigue. Cuando vaya a Luvina la extrañará. Allí no podrá probar sino un mezcal que ellos hacen con una yerba llamada hojasé, y que a los primeros tragos estará usted dando de volteretas como si lo chacamotearan. Mejor tómese su cerveza. Yo sé lo que le digo.”
Allá afuera seguía oyéndose el batallar del río. El rumor del aire. Los niños jugando. Parecía ser aún temprano, en la noche.
El hombre se había ido a asomar una vez más a la puerta y había vuelto. Ahora venía diciendo:
-Resulta fácil ver las cosas desde aquí, meramente traídas por el recuerdo, donde no tienen parecido ninguno. Pero a mí no me cuesta ningún trabajo seguir hablándole de lo que sé, tratándose de Luvina. Allá viví. Allá dejé la vida... Fui a ese lugar con mis ilusiones cabales y volví viejo y acabado. Y ahora usted va para allá... Está bien. Me parece recordar el principio. Me pongo en su lugar y pienso... Mire usted, cuando yo llegué por primera vez a Luvina... ¿Pero me permite antes que me tome su cerveza? Veo que usted no le hace caso. Y a mí me sirve de mucho. Me alivia. Siento como si me enjuagara la cabeza con aceite alcanforado... Bueno, le contaba que cuando llegué por primera vez a Luvina, el arriero que nos llevó no quiso dejar siquiera que descansaran las bestias. En cuanto nos puso en el suelo, se dio media vuelta:
“-Yo me vuelvo -nos dijo.
“Espera, ¿no vas a dejar sestear a tus animales? Están muy aporreados.
“-Aquí se fregarían más -nos dijo- mejor me vuelvo.
“Y se fue dejándose caer por la Cuesta de la Piedra Cruda, espoleando sus caballos como si se alejara de algún lugar endemoniado.
“Nosotros, mi mujer y mis tres hijos, nos quedamos allí, parados en la mitad de la plaza, con todos nuestros ajuares en nuestros brazos. En medio de aquel lugar en donde sólo se oía el viento...
“Una plaza sola, sin una sola yerba para detener el aire. Allí nos quedamos.
“Entonces yo le pregunté a mi mujer:
“-¿En qué país estamos, Agripina?
“Y ella se alzó de hombros.
“-Bueno, si no te importa, ve a buscar dónde comer y dónde pasar la noche. Aquí te aguardamos -le dije.
“Ella agarró al más pequeño de sus hijos y se fue. Pero no regresó.
“Al atardecer, cuando el sol alumbraba sólo las puntas de los cerros, fuimos a buscarla. Anduvimos por los callejones de Luvina, hasta que la encontramos metida en la iglesia: sentada mero en medio de aquella iglesia solitaria, con el niño dormido entre sus piernas.
“-¿Qué haces aquí Agripina?
“-Entré a rezar -nos dijo.
“-¿Para qué? -le pregunté yo.
“Y ella se alzó de hombros.
“Allí no había a quién rezarle. Era un jacalón vacío, sin puertas, nada más con unos socavones abiertos y un techo resquebrajado por donde se colaba el aire como un cedazo.
“-¿Dónde está la fonda?
“-No hay ninguna fonda.
“-¿Y el mesón?
“-No hay ningún mesón
“-¿Viste a alguien? ¿Vive alguien aquí? -le pregunté.
“-Sí, allí enfrente... unas mujeres... Las sigo viendo. Mira, allí tras las rendijas de esa puerta veo brillar los ojos que nos miran... Han estado asomándose para acá... Míralas. Veo las bolas brillantes de su ojos... Pero no tienen qué darnos de comer. Me dijeron sin sacar la cabeza que en este pueblo no había de comer... Entonces entré aquí a rezar, a pedirle a Dios por nosotros.
“-¿Porqué no regresaste allí? Te estuvimos esperando.
“-Entré aquí a rezar. No he terminado todavía.
“-¿Qué país éste, Agripina?
“ Y ella volvió a alzarse de hombros.
“Aquella noche nos acomodamos para dormir en un rincón de la iglesia, detrás del altar desmantelado. Hasta allí llegaba el viento, aunque un poco menos fuerte. Lo estuvimos oyendo pasar encima de nosotros, con sus largos aullidos; lo estuvimos oyendo entrar y salir de los huecos socavones de las puertas; golpeando con sus manos de aire las cruces del viacrucis: unas cruces grandes y duras hechas con palo de mezquite que colgaban de las paredes a todo lo largo de la iglesia, amarradas con alambres que rechinaban a cada sacudida del viento como si fuera un rechinar de dientes.
“Los niños lloraban porque no los dejaba dormir el miedo. Y mi mujer, tratando de retenerlos a todos entre sus brazos. Abrazando su manojo de hijos. Y yo allí, sin saber qué hacer.
“Poco después del amanecer se calmó el viento. Después regresó. Pero hubo un momento en esa madrugada en que todo se quedó tranquilo, como si el cielo se hubiera juntado con la tierra, aplastando los ruidos con su peso... Se oía la respiración de los niños ya descansada. Oía el resuello de mi mujer ahí a mi lado:
“-¿Qué es? -me dijo.
“-¿Qué es qué? -le pregunté.
“-Eso, el ruido ese.
“-Es el silencio. Duérmete. Descansa, aunque sea un poquito, que ya va a amanecer.
“Pero al rato oí yo también. Era como un aletear de murciélagos en la oscuridad, muy cerca de nosotros. De murciélagos de grandes alas que rozaban el suelo. Me levanté y se oyó el aletear más fuerte, como si la parvada de murciélagos se hubiera espantado y volara hacia los agujeros de las puertas. Entonces caminé de puntitas hacia allá, sintiendo delante de mí aquel murmullo sordo. Me detuve en la puerta y las vi. Vi a todas las mujeres de Luvina con su cántaro al hombro, con el rebozo colgado de su cabeza y sus figuras negras sobre el negro fondo de la noche.
“-¿Qué quieren? -les pregunté- ¿Qué buscan a estas horas?
“ Una de ellas respondió:
“-Vamos por agua.
“Las vi paradas frente a mí, mirándome. Luego, como si fueran sombras, echaron a caminar calle abajo con sus negros cántaros.
“ No, no se me olvidará jamás esa primera noche que pasé en Luvina.
“...¿No cree que esto se merece otro trago? Aunque sea nomás para que se me quite el mal sabor del recuerdo.”
-Me parece que usted me preguntó cuántos años estuve en Luvina, ¿verdad...? La verdad es que no lo sé. Perdí la noción del tiempo desde que las fiebres me lo enrevesaron; pero debió haber sido una eternidad... Y es que allá el tiempo es muy largo. Nadie lleva la cuenta de las horas ni a nadie le preocupa cómo van amontonándose los años. Los días comienzan y se acaban. Luego viene la noche. Solamente el día y la noche hasta el día de la muerte, que para ellos es una esperanza.
“Usted ha de pensar que le estoy dando vueltas a una misma idea. Y así es, sí señor... Estar sentado en el umbral de la puerta, mirando la salida y la puesta del sol, subiendo y bajando la cabeza, hasta que acaban aflojándose los resortes y entonces todo se queda quieto, sin tiempo, como si viviera siempre en la eternidad. Esto hacen allí los viejos.
“Porque en Luvina sólo viven los puros viejos y los que todavía no han nacido, como quien dice... Y mujeres sin fuerzas, casi trabadas de tan flacas. Los niños que han nacido allí se han ido... Apenas les clarea el alba y ya son hombres. Como quien dice, pegan el brinco del pecho de la madre al azadón y desaparecen de Luvina. Así es allí la cosa.
“Sólo quedan los puros viejos y las mujeres solas, o con un marido que anda donde sólo Dios sabe dónde... Vienen de vez en cuando como las tormentas de que les hablaba; se oye un murmullo en todo el pueblo cuando regresan y un como gruñido cuando se van... Dejan el costal de bastimento para los viejos y plantan otro hijo en el vientre de sus mujeres, y ya nadie vuelve a saber de ellos hasta el año siguiente, y a veces nunca... Es la costumbre. Allí le dicen la ley, pero es lo mismo. Los hijos se pasan la vida trabajando para los padres como ellos trabajaron para los suyos y como quién sabe cuántos atrás de ellos cumplieron con su ley...
“Mientras tanto, los viejos aguardan por ellos y por el día de la muerte, sentados en sus puertas, con los brazos caídos, movidos sólo por esa gracia que es la gratitud del hijo... Solos, en aquella soledad de Luvina.
“Un día traté de convencerlos de que se fueran a otro lugar, donde la tierra fuera buena. ‘¡Vámonos de aquí! -les dije-. No faltará modo de acomodarnos en alguna parte. El Gobierno nos ayudará.’
“Ellos me oyeron, sin parpadear, mirándome desde el fondo de sus ojos, de los que sólo se asomaba una lucecita allá muy adentro.
“-¿Dices que el Gobierno nos ayudará, profesor? ¿Tú no conoces al Gobierno?
“Les dije que sí.
“-También nosotros lo conocemos. Da esa casualidad. De lo que no sabemos nada es de la madre de Gobierno.
“Yo les dije que era la Patria. Ellos movieron la cabeza diciendo que no. Y se rieron. Fue la única vez que he visto reír a la gente de Luvina. Pelaron los dientes molenques y me dijeron que no, que el Gobierno no tenía madre.
“Y tienen razón, ¿sabe usted? El señor ese sólo se acuerda de ellos cuando alguno de los muchachos ha hecho alguna fechoría acá abajo. Entonces manda por él hasta Luvina y se lo matan. De ahí en más no saben si existe.
“-Tú nos quieres decir que dejemos Luvina porque, según tú, ya estuvo bueno de aguantar hambres sin necesidad -me dijeron-. Pero si nosotros nos vamos, ¿quién se llevará a nuestros muertos? Ellos viven aquí y no podemos dejarlos solos.
“Y allá siguen. Usted los verá ahora que vaya. Mascando bagazos de mezquite seco y tragándose su propia saliva. Los mirará pasar como sombras, repegados al muro de las casas, casi arrastrados por el viento.
“-¿No oyen ese viento? -les acabé por decir-. Él acabará con ustedes.
“-Dura lo que debe de durar. Es el mandato de Dios -me contestaron-. Malo cuando deja de hacer aire. Cuando eso sucede, el sol se arrima mucho a Luvina y nos chupa la sangre y la poca agua que tenemos en el pellejo. El aire hace que el sol se esté allá arriba. Así es mejor.
“Ya no volví a decir nada. Me salí de Luvina y no he vuelto ni pienso regresar.
“...Pero mire las maromas que da el mundo. Usted va para allá ahora, dentro de pocas horas. Tal vez ya se cumplieron quince años que me dijeron a mí lo mismo: ‘Usted va a ir a San Juan Luvina.’
En esa época tenía yo mis fuerzas. Estaba cargado de ideas... Usted sabe que a todos nosotros nos infunden ideas. Y uno va con esa plata encima para plasmarla en todas partes. Pero en Luvina no cuajó eso. Hice el experimento y se deshizo...
“San Juan Luvina. Me sonaba a nombre de cielo aquel nombre. Pero aquello es el purgatorio. Un lugar moribundo donde se han muerto hasta los perros y ya no hay ni quien le ladre al silencio; pues en cuanto uno se acostumbra al vendaval que allí sopla, no se oye sino el silencio que hay en todas las soledades. Y eso acaba con uno. Míreme a mí. Conmigo acabó. Usted que va para allá comprenderá pronto lo que le digo..
“¿Qué opina usted si le pedimos a este señor que nos matice unos mezcalitos? Con la cerveza se levanta uno a cada rato y eso interrumpe mucho la plática. ¡Oye , Camilo, mándanos ahora unos mezcales!
“Pues sí, como le estaba yo diciendo...”
Pero no dijo nada. Se quedó mirando un punto fijo sobre la mesa donde los comejenes ya sin sus alas rondaban como gusanitos desnudos.
Afuera seguía oyéndose cómo avanzaba la noche. El chapoteo del río contra los troncos de los camichines. El griterío ya muy lejano de los niños. Por el pequeño cielo de la puerta se asomaban las estrellas.
El hombre que miraba a los comejenes se recostó sobre la mesa y se quedó dormido.

Fragmento de ensayo de Guillermo Samperio


Allí donde se ha generado la pobreza extrema, la marginación, el miedo y la sumisión, allí se encuentra uno de los Páramo.
( Guillermo Samperio. Para hablar sobre Pedro Páramo. La Jornada Semanal. 2003)